El aumento de la actividad de las aeronaves y los barcos militares de China está causando preocupación en países con ideas afines en toda la región, apuntó Tsai. Se está poniendo en peligro el statu quo a través del Estrecho y amenazando la paz y la estabilidad, agregó la mandataria.
Pero Taiwan no se siente intimidado, expresó Tsai, ya que tales acciones solo sirven para reforzar la determinación de las Fuerzas Armadas del país a fin de salvaguardar la seguridad nacional.
Según Tsai, las necesidades de los militares son de suma importancia, y el Gobierno no escatima esfuerzos por mejorar las capacidades operativas de las Fuerzas Armadas.
La defensa de la patria requiere más que valor y voluntad de hierro, señaló Tsai. Es necesario que el Gobierno esté a la altura de este compromiso invirtiendo en equipos de vanguardia, tecnología de información y comunicación, infraestructura, suministros y capacitación, agregó la presidenta Tsai.
Un reciente anuncio sobre la tercera venta de armas a Taiwan por parte de EE. UU. bajo la Administración del presidente Donald J. Trump, representa otro fuerte voto de confianza en el Gobierno y el pueblo, indicó Tsai. El paquete calculado en un valor de 500 millones de dólares estadounidenses incluye los costos asociados con la capacitación de pilotos taiwaneses de F-16 en la Base de la Fuerza Aérea Luke en Arizona (EE. UU.).
Dicho personal regresará a casa y desempeñará un papel integral en el fortalecimiento de la capacidad de la Fuerza Aérea para defender el espacio aéreo de Taiwan y proteger a sus 23 millones de habitantes, agregó la mandataria.