La presidenta Tsai Ing-wen galardonó el viernes 14 con la Orden de la Nube Propicia a Morris Chang, fundador de la compañía "Taiwan Semiconductor Manufacturing Co." (TSMC), el fabricante contratista de circuitos integrados más grande del mundo.
En una ceremonia celebrada ese mismo día en el Palacio Presidencial, la Primera Mandataria dijo que el otrogamiento de la referida medalla al gurú tecnológico fue en reconocimiento a sus loables contribuciones a la industria de los circuitos integrados (CIs) de Taiwán, así como al desarrollo del sector de alta tecnología local.
La Orden de la Nube Propicia es otorgada a los empleados públicos que hayan hecho encomiables contribuciones al país, así como a los nacionales y extranjeros por sus destacados méritos.
Chang es la primera persona del sector empresarial en haber recibido la Orden de la Nube Propicia, la medalla de primera clase.
Al hacer uso de la palabra en dicha ocasión, Tsai indicó que respetaba mucho a Chang y lo consideraba como un buen amigo, revelando que solía pedirle consejos sobre las maneras de cómo promover las políticas nacionales y había aprendido mucho del fundador de la TSMC.
La presidenta Tsai mencionó que Chang había introducido los conocimientos y la alta tecnolgía avanzada de los CIs a Taiwán desde Estados Unidos, en donde recibió un título de maestría del Instituto Tecnológico de Massachusetts y un doctorado de la Universidad de Stanford de EE.UU., con los cuales Taiwán logró crear una industria integral de CIs incorporando los sectores upstream y downstream.
En 1985, el Gobierno de Taiwán reclutó a Chang para dirigir el Instituto para la Investigación de Tecnologías Industriales (ITRI, siglas en inglés), una atinada decisión que cambió para siempre el desarrollo de la ciencia y la tecnología en Taiwán, dijo Tsai.
Desempeñándose como jefe del ITRI, Chang tuvo a su cargo promover el desarrollo industrial y tecnológico en Taiwán. Además, siendo un empresario visionero, Chang combinó sus experiencias laborales en la industria de los semiconductores con la tendencia en auge de la subcontratación para crear la TSMC.
Desde su establecimiento en 1987, la TSMC se ha convertido en la más prestigiosa empresa de semiconductores del mundo entero, con una actual participación del mercado global de más del 50 por ciento.
Además, la presidenta Tsai hizo una especial referencia al plan de la TSMC de desarrollar la sofisticada tecnología de la fabricación de obleas de tres nanómetros en Tainan, la ciudad sureña de Taiwán que busca convertirse en un centro del suministro de chips para la computación en la nube, la inteligencia artificial y los dispositivos 5G.
