En el último año el gobierno de Taiwán ha lanzado algunas iniciativas para potenciar la industria de semiconductores del país, que está en pleno proceso de mudanza de sus fábricas desde China a otras localizaciones. Pero los representantes de estas empresas reclaman que inviertan más recursos en potenciar el talento en este campo, ya que existe una gran escasez de personal cualificado, un problema que quieren atajar cuanto antes.
La industria de semiconductores lleva unos años adoleciendo de una creciente falta de talento, y cada vez es más difícil encontrar personal especializado, especialmente en las áreas donde se requieren conocimientos más avanzados, como el diseño de circuitos integrados. Esto se está notando en diferentes países muy vinculados a esta industria, como Taiwán, que cuenta con algunas de las empresas más importantes del sector.
A esto se suma el conflicto comercial entre Estados Unidos y China, que está generando grandes cambios en esta industria. Taiwán está cambiando completamente su modelo de producción, trasladando las fábricas fuera de China, tanto a su país de origen como a otros, a la vez que trata de avanzar en el desarrollo de nuevas tecnologías de semiconductores. Pero en este camino se está encontrando con el problema de la falta de trabajadores cualificados, y acaba de pedir ayuda a su gobierno para potenciar este aspecto de la industria en su país.
Representantes de empresas como TSMC, UMC, PowerChip Semiconductor, ASE, VIS, Nanya Technology o Etron Technology, entre otras, junto con el CEO de la organización SEMI, Ajit Manocha, han instado al gobierno taiwanés para que fomente el talento y la investigación en los diferentes campos de los semiconductores. Así quieren potenciar la industria en su conjunto, y muy especialmente la de Taiwán, que influye en todo el sector a nivel mundial, proporcionando obleas, diseños y componentes a empresas del todo el mundo.
El presidente del país respondió mencionando los proyectos que su gobierno ha lanzado hasta ahora, que combinan los recursos públicos del país con los de la industria y las organizaciones académicas. Pero las empresas insisten en que es necesario redoblar esos esfuerzos para ser competitivos en una época de grandes cambios tecnológicos, que afectan tanto a la rápida evolución tecnológica como a los proceso de diseño y fabricación.
