Nacido en 1927, Noordhoff se trasladó a Taiwan en 1959 a trabajar como misionero y practicar la medicina. Se convirtió en presidente del Hospital Conmemorativo Mackay en Taipei el año siguiente y laboró en dicha institución hasta 1976.
Después de su llegada, Noordhoff comenzó a ayudar a los niños taiwaneses nacidos con labio leporino y hendiduras en el paladar, una misión que sería de gran importancia durante toda su carrera médica en Taiwan.
Durante este período, Noordhoff desempeñó un papel primordial en el desarrollo de la medicina en Taiwan, alcanzando hitos como el establecimiento de la primera unidad de cuidados intensivos y los centros especializados en la atención de pacientes con quemaduras, en dar tratamiento por deformidades craneofaciales y rehabilitación de la poliomielitis.
Tras dejar el Hospital Conmemorativo Mackay, Noordhoff fungió como presidente del Hospital Conmemorativo Chang Gung, con sede en Taipei, por 23 años. En dicha institución continuó realizando aportes significativos al sector médico del país hasta que volvió a Estados Unidos después de su jubilación en 1999. Noordhoff regresó a Taiwan cada año hasta 2013 para asistir a seminarios y reuniones con sus pacientes.
En 1989, Noordhoff aportó 100.000 dólares estadounidenses para el establecimiento de la Fundación Creaneofacial Noordhoff, que desde entonces ha ayudado a más de 30.000 pacientes en Taiwan.
Asimismo, esta fundación ha realizado cirugías craneofaciales en 1.932 personas en otras nueve naciones, y ha ofrecido numerosos seminarios para profesionales médicos y trabajadores sociales, y brindado capacitación a 166 especialistas craneofaciales en 20 países.
En reconocimiento a sus aportes, Noordhoff fue galardonado con varios honores, como el Premio del Gabinete a la Contribución Médica Sobresaliente en 1996, la Orden de la Estrella Brillante con Gran Cordón Púrpura y el Premio Cultural Presidencial en 1999 y 2017.
La presidenta Tsai Ing-wen rindió homenaje al fallecido galeno con un post en su página de Facebook, en el que expresó su agradecimiento a Noordhoff por sus numerosas contribuciones al desarrollo médico de Taiwan. “Noordhoff siempre será un miembro de nuestra familia”, aseveró la mandataria, “un taiwanés por siempre”.