Debido a que Matsu era prácticamente inaccesible a los turistas, el archipiélago se encontró de repente con amplios recursos, un entorno natural prístino y una arquitectura de estilo Fujian del siglo XIX con los que desarrollar una industria turística. Y, como antiguo puesto militar, los visitantes también se sintieron atraídos por la rara oportunidad de aprender cómo era la vida cuando los soldados formaban el grueso de la población.
Baterías de artillería, fortalezas y túneles repartidos por los cuatro municipios de Beigan, Dongyin, Juguang y Nangan, ofrecen una lección de historia militar en un pasado no muy lejano.
El túnel de Beihai, una estructura de 640 metros de longitud construida en 1968 en Nangan para embarcaciones de desembarco anfibias y pequeños navíos, es un destino muy popular. Los visitantes que deseen descender a su penumbra y explorar el túnel a pie o en bote pueden escuchar historias de cómo miles de soldados usaban explosivos, picos y palas para construirlo, y cómo muchos perdieron sus vidas en el proceso.
Para ayudar a preservar el patrimonio único de las islas y desarrollar el sector turístico, el Gobierno designó una gran área de Matsu como Área Paisajística Nacional en 1999. Desde entonces, el número anual de visitantes ha aumentado de 40.000 a alrededor de 180.000 el año pasado, según la administración de dicha área.
Las hermosas costas del archipiélago son otro atractivo importante, especialmente los escarpados acantilados de Dongyin. El faro de Dongyong, de diseño británico, construido en 1904, se asienta sobre un acantilado en dicho municipio, con sus paredes blancas contrastando con las olas azules del Mar de China Oriental.
