“Mostramos aquí, desde Taiwan, a medio mundo de distancia, nuestra solidaridad con los pueblos de Inglaterra, Francia, Bélgica y los demás países aliados”, declaró Michael Hurst, director de la Taiwan POW Camps Memorial Society (Asociación de Conmemoración de los Campos de Prisioneros de Guerra en Taiwan), durante el más reciente servicio que se realiza anualmente cada 11 de noviembre en recuerdo de los prisioneros de guerra aliados capturados durante la Segunda Guerra Mundial.
Este año la fecha coincidió con el centenario del final de la Primera Guerra Mundial, y en la ceremonia de recordación en Taiwan también se hizo hincapié en la importancia de la paz.
Asimismo, este año fue el 21 aniversario de la conmemoración del Día del Recuerdo en el sitio del Campamento de Prisioneros de Guerra Kinkaseki, ubicado en el poblado de Jinguashi, Nuevo Taipei. El evento fue organizado conjuntamente por la Oficina Británica de Taipei y la asociación taiwanesa antes mencionada.
Asistieron al evento familiares de los exprisioneros de guerra, así como oficiales retirados del Ejército y representantes de la Asociación de Veteranos de la República de China (Taiwan).
A las 11 de la mañana del día de la ceremonia de recordación, tañeron las campanas de un templo cercano, mientras los participantes en el servicio observaron un momento de silencio para marcar la firma del armisticio entre Alemania y los Aliados de la Primera Guerra Mundial en 1918, un siglo atrás.
“No olvidemos quién dio su vida por nosotros; entendamos de lo que somos capaces, lo bueno y lo malo; sepamos qué condujo a la guerra; aprendamos de nuestros errores, a fin de que al entender podamos esforzarnos por evitar que se repitan los conflictos y eliminar las guerras en ciernes, porque las conflagraciones son fracasos brutales y costosos para la humanidad”, afirmó Catherine Nettleton, representante británica en Taiwan.
Según la Taiwan POW Camps Memorial Society, los japoneses capturaron a más de 200.000 miembros de las Fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, en lugares como Hong Kong, Singapur y Filipinas, y los enviaron a Taiwan, Tailandia y Myanmar a realizar trabajos forzados como esclavos.
La organización calcula que de 1942 a 1945 hubo más de 4.350 prisioneros de guerra aliados en 16 campos en Taiwan, y cerca del 10 por ciento de ellos falleció en cautividad por hambre, enfermedad, trabajo excesivo y maltratos por parte de los guardas.