Taipei, marzo 21
Varios académicos, expertos, grupos indígenas y agricultores de Taiwán y otros ocho países firmaron el domingo 20 en Taipei la "Declaración de Taiwán" que busca la protección de las culturas indígenas y rechaza los cultivos genéticamente modificados.
El cambio climático ha tenido un impacto adverso sobre la cultura y el sustento de las personas indígenas alrededor del mundo, debido a que ya no pueden cultivar sus cultivos tradicionales, dijo Lin Yih-ren, presidente del Instituto Graduado de Humanidades en Medicina de la Universidad Médica de Taipei.
La declaración, firmada en el primer día de la reunión inaugural de la alianza de la Red Internacional de Agricultores Ecológicos Indígenas (INIEF, siglas en inglés) celebrada en dicha universidad, dijo que con miras a evitar el daño que podría ser creado por los cultivos genéticamente modificados al medio ambiente, las personas indígenas no plantarán tales cultivos, sino que buscarán la ayuda de los agricultores y bancos de semillas internacionales para tratar de encontrar los sustitutos adecuados para ser cultivados en sus terrenos.
La declaración busca también el apoyo de los gobiernos y organizaciones internacionales en los esfuerzos de la INIEF para encarar los desafíos que están encarando los grupos indígenas, y acogen a los grupos de agricultores, los grupos indígenas y otras organizaciones para unirse a la red.
Los participantes urgieron a los líderes gubernamentales, incluyendo a la presidenta electa Tsai Ing-wen, quien asumirá su cargo el 20 de mayo, a adoptar políticas progresistas para las personas indígenas con miras a proteger sus ecosistemas.
Varios de los participantes de la reunión del domingo 20 han participado en una serie de talleres celebrados en las cuatro comunidades indígenas en Taiwán desde el 11 de marzo, intercambiando sus experiencias sobre esos temas, incluyendo la labranza y la protección ambiental.
Los organizadores dijeron que la reunión fue diseñada en base a los conceptos de la Asociación Internacional para la Iniciativa de Satoyama, que fue lanzada durante una reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica en Japón en el año 2010. (CNA)