Taipei, junio 19 (CNA) El Gobierno de la República de China (Taiwán) está trabajando para simplificar los procedimientos de naturalización de los extranjeros basándose en sus servicios meritorios, lo que reducirá el proceso de los actuales dos meses a unos 10 días, dijo un funcionario del Ministerio del Interior.
Este tema fue presentado después de que el Padre George Jerry Martinson, un misionero jesuita estadounidense quien había vivido y trabajado en Taiwán durante 50 años, falleció en Taipei el 31 de mayo, un día antes de que hubiera recibido la tarjeta de identificación de la República de China (Taiwán).
Esto motivó a que la gente se preguntara por qué tomó tanto tiempo para que los extranjeros que habían hecho grandes contribuciones a Taiwán obtuvieran ciudadanía de Taiwán.
Según la Ley de Nacionalidad de Taiwán, los extranjeros o los apátridas que han hecho contribuciones especiales al país pueden solicitar la naturalización.
Pero los procedimientos burocráticos complicados significan que el proceso tarda más de un mes como mínimo y generalmente tarda dos meses para completarse.
Según el nuevo arreglo, el Yuan Ejecutivo (Gabinete), que tiene la autoridad para decidir si otorgará la ciudadanía a esos extranjeros que han hecho grandes contribuciones a Taiwán, dejará que el Ministerio del Interior tome la decisión, lo que acortará el proceso a sólo unos 10 días, dijo el diario "United Daily News" citando a Chai Lan-ping, una funcionaria del Ministerio.
Martinson, quien nació en California en 1942, llegó a Taiwán en 1967 y empezó a enseñar la filosofía y psicología en los colegios locales, así como el inglés en programas de televisión.
El Padre belga Pierre Mertens, que llegó a Taiwán en marzo de 1952, la hermana estadounidense Mary Paul Watts, que vino a Taiwán en 1958, y la hermana italiana Elena-Pia Frongia, que vino a Taiwán a principios de la década de 1960, recibieron sus respectivas tarjetas de identificación de la República de China (Taiwán) en el presente mes.