Taiwán, 17 Febrero.- Atravesada por el trópico de Cáncer y con un clima templado, su rico paisaje está adornado con majestuosos picos, cuencas, llanuras, colinas y otras formaciones naturales. Posee algunas especies raras o en peligro de extinción, como el salmón de Formosa, el mono de roca, el oso negro de Formosa y el faisán de Swinhoe y, para el Foro Económico Mundial y la lista de Lonely Planet, Taiwán, es uno de los mejores destinos para viajar que existen en la actualidad.
Su belleza natural ofrece áreas recreativas forestales, parques nacionales magníficos y escarpados acantilados en la Garganta de Taroko, publicó el "Nuevo Diario" de Nicaragua en un amplio reportaje.
También se puede disfrutar de uno de los más bellos y románticos amaneceres entre un tranquilo mar de nubes de algodón en “Sun Moon Lake” (el Lago del Sol y la Luna).
Dos terceras partes de la isla son montañosas. Cinco cordilleras la atraviesan de norte a sur. Su pico más alto, con casi 4.000 metros (3.952), es el Yu Shan, en el que se puede ver nieve en medio de su clima tropical.
De sus veintitrés millones de habitantes algo menos de medio millón son de origen malayos-polinesios, que luchan por conservar su lengua y costumbres, y la gran mayoría del resto proviene de la emigración china.
La libertad religiosa permite que convivan más de 12.000 templos erigidos para el taoísmo, budismo, protestantismo y catolicismo, donde rezar, meditar o rendir culto a los ancestros.
Taipéi, su capital, es el centro político, social, económico y cultural, y recibe al visitante con un calor tropical y un manto de humedad con mezcla de niebla. Desde su edificio más famoso, el rascacielos 101, nos muestra sus grandes avenidas rectilíneas y un sobrio y ordenado urbanismo.
Tiene una superficie de 272 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 2,6 millones de habitantes. Se habla el chino mandarín pero podemos hacernos entender perfectamente en inglés, que es idioma obligatorio junto al materno en los colegios.
Entre sus múltiples rincones y lugares destaca su Museo Nacional, que exhibe la mayor colección de arte chino del mundo. Es un recorrido por 5.000 años de historia a través de 650.000 piezas que pertenecieron al Palacio del Emperador, en la Ciudad Prohibida de Pekín, y que fueron sacadas por Chiang Kai-shek y sus seguidores cuando su gobierno se trasladó a Taiwán en 1949 tras la toma del poder por Mao.
En la colección están presentes pinturas de todas las dinastías, así como numerosas piezas de marfil, alfarería y bronce, entre otros.
Esta ciudad es una muestra clara del milagro taiwanés, gracias a una combinación entre ingeniería, tecnología, diseño y artesanía, además de la cerámica el vidrio y la madera.
Taipéi, que este año 2016 es Capital del Diseño Mundial, ofrece “wifi” gratuito en toda la ciudad, además de la posibilidad de adquirir la tarjeta “Easycard”, que nos facilitará disfrutar del transporte y otras muchas actividades.
En el recorrido por esta bella urbe no debe faltar un paseo por el mercado nocturno de Huaxi (el callejón de la serpiente), donde se combinan, no siempre en equilibrio, sabores, olores y colores, ni dejar de ver o adquirir su artesanía, que a veces se funde con el alto diseño en las tiendas de moda, en las que también está presente la seda con diseño del siglo XXI.