Yilan, Taiwán, 11 Septiembre.- El día era caluroso y no era para menos, estos meses son los más calientes en Taiwán y en el distrito Yilan no tenía por qué ser diferente.
Los edificios se levantan a ambos lados de varias calles, rodeadas de árboles y de fondo las verdes montañas de donde proviene el agua para la producción del licor. Kavalan es la única marca de whisky fabricado en Taiwán, un país que hace varios años no conocía mucho de este tipo de bebida, hasta 1991 que se levantó la prohibición de licores importados.
En un reportaje del diario "El Heraldo" de Honduras se señala que la marca pertenece a la empresa familiar King Car, que agrupa otros productos, entre ellos los derivados del café.
La destilería taiwanesa inició operaciones en 2005, pero no fue hasta 2008 que lanzó su primer whisky: el Kavalan Classic. Mientras hacemos un recorrido por las instalaciones, al igual que lo hicieron las otras ocho mil visitas que recibe la destilería a lo largo del día.
Quizá suene pesimista, pero crear Kavalan era todo un riesgo. Para empezar Taiwán no tiene la cultura de fabricación de este licor como la tiene Escocia, por ejemplo; el clima tampoco era amigable como para pensar en que esto podía funcionar, pero fue precisamente este panorama el que retó a su fundador Lee Tientsai.
Mientras recorremos el largo camino, vemos barriles pintados a uno de los lados, la guía dijo que las obras las hicieron artistas locales que se enfocaron en reflejar la cultura y vida cotidiana de Taiwán en esos depósitos que ya habían sido utilizados para contener el licor.
Al otro lado del camino están los edificios de grandes ventanas de vidrio para que la gente pueda observar cómo se preparan los barriles de roble previo a su utilización. El proceso consta de carbonizar el interior del barril, una vez frío, está listo para ser llenado de whisky.
Cabe destacar que los licores madurados en diferentes barriles tienen colores, olores y sabores diferentes. Los barriles no solo son contenedores, sino también los responsables de las características del whisky madurado.
Los tamaños, formas y tipos de madera utilizados, además de los licores madurados anteriormente en ellos, también son determinantes para el sabor del licor. Cada destilería guarda sus secretos respecto a los barriles, es como esa receta que solo ellos conocen.
Pasado el segmento de los barriles, entramos al edificio donde se produce y se almacena el whisky, un lugar impoluto, que como museo recibe la visita de niños, jóvenes y adultos. Ahí hay muestras de licores y murales con el proceso de fabricación, así como barriles llenos de trigo que la gente puede tocar y oler para conocer el grano del que sale esta bebida.
Más adelante están las grandes máquinas que procesan este whisky, que en el caso de Kavalan tiene un aroma limpio, elegante, floral, afrutado y seductor, con un toque de miel, mango, pera, vainilla, coco y matices de chocolate; si de sabor hablamos, se define un toque de jugo de mango dulce, con la calidez suave de las especias con un acabado cítrico y aceitoso; y el punto final es el color ámbar apasionado y vivo.
Kavalan tiene diez expresiones distintas de whisky, como los envejecidos en barricas de Bourbon y Oporto. Pasada la etapa de las máquinas llegamos al almacén, donde pudimos observar cientos de barriles de whisky en proceso de añejamiento, ahí permanecen de cuatro a seis años.
Cuando King Car entró al mercado con Kavalan, lo hizo con la seguridad de que estaba presentando el mejor whisky, pero el período que la compañía utilizaba para el añejamiento de su producto fue criticado, puesto que las otras marcas de whisky importadas añejan su licor entre 12 y 18 años, o más.
Pero esa era la principal diferencia de la destilería taiwanesa, ya que el tiempo que se requiere para añejar depende de la temperatura y otros factores del ambiente.
Una vez finalizada la visita, que duró casi dos horas, pasamos a otro edificio donde la gente puede comprar no solo el whisky de la marca en sus diferentes presentaciones, sino también disfrutar de diferentes bebidas no alcohólicas derivadas del café, y en muchas de las cuales se utiliza el grano aromático que Taiwán importa de Honduras.