Tonelería Duero, una de las principales empresas de fabricación de barricas en España para la elaboración de vinos y otros licores, ha abierto una sede comercial en la isla china de Taiwán, lo que supone un salto a Asia de esta empresa que desarrolla su actividad en la capital de la Ribera. Tonelería Duero cuenta ya con un socio comercial local en aquella zona que será el encargado de comercializar barricas y otros productos complementarios de roble por todo el continente asiático, donde con anterioridad esta empresa ya ha realizado alguna operación puntual.
En unos días, el próximo 8 de agosto, y dentro de este nuevo proyecto de exportación, está previsto que llegue al puerto taiwanés el primer contenedor de esta proyección internacional con barricas de Tonelería Duero. «Hasta que no lleguen y las prueben es difícil anticipar el futuro inmediato, pero las expectativas son buenas y confiamos en mandar el próximo año un contenedor cada dos meses», explica Mercedes Calvo, gerente de Tonelería Duero, que añade que este primer envío va destinado a una empresa que será la encargada de probar el producto para difundirlo y lanzarlo en el país».
La empresa ribereña ha decidido dar este salto por la calidad de sus productos y porque ha entendido que existe en estos países una demanda de ellos. «Allí también se elaboran vinagres y vinos. Para desarrollar este proyecto nos hemos tenido que empapar de sus gustos y de las materias primas que van a utilizar para así crear unas barricas con unas características ajustadas a sus necesidades. Confiamos en que encaje lo que hemos preparado para ellos», explica.
Dentro de sus previsiones en el continente asiático, además de la comercialización de las barricas que elaboran, está la de distribuir diferentes vinos de la DO Ribera del Duero. «Dentro de un mes tenemos previsto realizar una promoción de determinados vinos en barrica. Empezaremos con vinos de calidad a precios moderados», comentan desde Tonelería Duero, que como ya hacen en España quieren llevar a Asia además de cubas, muebles y otros productos que elaboran a partir de barricas usadas (con lo que se da una segunda vida a este producto) y de roble. La de Taiwán es la primera sede comercial internacional que abre de forma seria la empresa Tonelería Duero, que sí cuenta con una red comercial en diferentes zonas del mundo que le permite exportar a otros países de Europa, de Sudamérica y a la zona del Caribe.
Cada barrica nueva de Tonelería Duero tiene una media de tres años en todos sus procesos de elaboración y se fabrica completamente de forma artesanal, cuidando cada uno de los procesos. El primer paso es el de la selección de la materia prima, siempre roble de calidad. De los troncos de estos árboles se extraen las duelas (tablas que conforman las barricas), que se dejan madurar al aire libre durante un período mínimo de dos años en el exterior de sus instalaciones. Un proceso importante y muy vigilado. «El sol y el agua son vitales en esta maduración, ya que en ella interviene el agua para mejorar el secado. Hay mucho aprendizaje detrás para conseguir que esa madera dé todo lo que quiero. El vino lo hace la uva, pero debe ir acompañado de matices que los obtiene de la barrica donde se elabora», explica Mercedes Calvo.
Una vez que las duelas están listas, se van colocando en unos moldes, formando una flor, que a base de aplicar agua y calor procedente de un fuego elaborado con leña de roble, se va obteniendo la forma de barrica. Es lo que se conoce como ‘el domado’, tras lo que se realiza el tostado. «La calidad de la barrica depende en un 60% del tostado que se la da», afirma Mercedes Calvo.
Después se les colocan las tapas, y los flejes definitivos, que son de acero galvanizado para que no haya problemas de óxido. Se comprueba la estanqueidad, se marca la trazabilidad con láser en cada barrica y se las deja en el almacén para que se asienten. «También es una parte importante. Allí controlamos la temperatura y la humedad, que tiene que ser del 60%. Esta parte es necesaria, si metemos vino en las cubas sin que pase por este proceso seguro que tiene problemas de tensiones».
El precio de la barrica oscila, desde un mínimo (impuestos no incluidos) de 370 euros de una barrica de roble americano de 225 litros, a más de 700 euros que puede costar una barrica de 225 litros en roble francés de grano fino. «Hacemos las barricas casi a la carta, depende del tipo de producto que se va elaborar con ellas las damos unas características u otras. También recogemos barricas ya usadas para que se sigan utilizando dándoles un valor añadido en bodegas o para convertirlas en muebles. Hay veces que clientes que elaboran cerveza me piden barricas con unas determinadas características. Normalmente la vida útil de una cuba nueva de roble es de 4 ó 6 años», afirma Mercedes Calvo, quinta generación de una familia que se ha dedicado a la elaboración de este tipo de productos.
Tonelería Duero estará presente los días 1 y 2 de septiembre de este año en Fiduero, donde exhibirá gran variedad de sus productos, que se caracterizan por la calidad y el cuidado al detalle de cada uno de los procesos necesarios para la fabricación de las barricas.
Fuente: Diario de burgos.es
http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z909508E3-E194-DC82-5753FF037014E282/20180727toneleria-duero-da-el-salto-a-asia-con-una-sede-en-taiwan